25/8/10

Galería fotográfica

Con esta recopilación de fotografías dejamos constancia de la variedad de artículos que ofrecemos a nuestros clientes: mantones, picos, bufandas, chals,  pañuelos de cuello...todos ellos realizados de manera totalmente artesanal y por unas manos expertas que aúnan tradición y buen gusto.



















Mantones Catiliana
CANTILLANA (Sevilla)
Tfno: 955 731 879

24/8/10

Historia del mantón de Manila


Su nombre está asociado al Puerto de Manila (Filipinas), donde la colonia española desembarcaba los productos traídos del Lejano Oriente durante el siglo XVI. En realidad el origen de esta prenda está en China donde se realizaban en seda y estaban bordados a mano generalmente de flores o pájaros. En un principio estaban decorados con dragones, bambú o pagodas (decoraciones típicas chinas). Sobre sus dimensiones es significativo mencionar que debía - por lo menos - cubrir toda la espalda y llegar al extremo de cada brazo, cuando éstos se ubican en posición de cruz con el torso. Por otro lado es de destacar que cuanto más liviano esté confeccionado, mucho mejor para poder soportarlo cómodamente sobre el cuerpo y lucirlo con más prestancia al efectuar movimientos o figuras (en este último caso y más precisamente, se hace referencia a su utilización generalizada por las bailaoras de flamenco).

El origen del bordado de Mantón está en China. Los primeros mantones bordados y otras prendas, como quimonos, cojines o cuadros se hacen en China. Tradicionalmente se realizaban en seda y estaban bordados a mano con motivos florales de la naturaleza como flores, pájaros, y motivos Chinos: pagodas, dragones...todo ambientado en el paisaje oriental.
Aunque su origen se encuentra en China, es la capital de Filipinas, antigua colonia española, la que le ha dado nombre. En la época imperial española (siglo XVI) el comercio marítimo se concreta en varias rutas: Una de ellas es la ruta de Manila (Filipinas) a Veracruz (México) y a Sevilla (España). Por tanto, Sevilla conoce el mantón traído de Manila  muy prontamente y su elaboración y uso por parte de la población se extiende rápidamente por muchos puntos de la provincia, llegando a formar parte de su identidad cultural  y de su folclore.






En poco tiempo, las decoraciones chinas de los mantones fueron sustituidas por motivos autóctonos; desaparecieron los dragones, el bambú y las pagodas y aparecieron rosetones y pájaros, rosas, claveles y otras flores, cada una con su significado (lirio: pureza; margarita: impaciencia; rosa: secreto; girasol: fidelidad…). También fue en Andalucía donde se le añadieron los flecos y con ellos una amplia gama de nudos y enrejados que fueron pasando de madres a hijas llegando hasta nuestros días.
Poco a poco, el mantón de Manila se fue convirtiendo en una prenda habitual del vestido femenino por toda la geografia española, y más especialmente en las tierras del sur, tanto entre las mujeres pudientes de la alta sociedad como entre las clases populares. La moda pasó y el mantón dejó de ser vestido cotidiano, pero quedó asociado al vestuario flamenco, sobre todo de bailaora, y a los vestuarios regionales.

El enrejado del mantón: artesanía de Cantillana

El pueblo de Cantillana se sitúa en las últimas estribaciones de Sierra Morena en el centro de la provincia de Sevilla, en la margen derecha del río Guadalquivir y en la izquierda del Viar afluente del mismo. Su principal recurso económico lo constituye la agricultura, existiendo también algunas industrias, cooperativas de construcción, talleres particulares de cerámica, carpintería, guarnicionería y otras artesanías, siendo la más famosa y reconocida la elaboración de flecos y enrejados para los mantones de Manila. La historia de este pueblo y de sus mujeres está ligada a la confección de esta prenda, complemento hoy indisoluble de la cultura andaluza, de sus fiestas y de su identidad.

Este trabajo se lleva realizando desde muy antiguo, existiendo constancia de varios talleres en siglo XIX que se dedicaban a la realización de enrejados de flecos de seda para los preciosos y coloristas mantones de Manila.

El enrejado es una de las características más importantes del mantón; consiste en un dibujo a base de nudos expertamente formados manualmente con los flecos previamente urdidos en el mismo mantón. Existe un nutrido repertorio de enrejados, cada uno con nombre propio desde el más sencillo llamado jazmín, hasta el más complejo conocido como almendrón, pasando por otros como maría, bomba, batea, piña, alegría, etc.



 
Hoy día son muchas personas las que se dedican en Cantillana a la confección de estos enrejados, siendo aún habitual la característica imagen de mujeres sentadas en las puertas de sus casas urdiendo y enrejando las sedas del mantón, labor que las mujeres cantillaneras, de madres a hijas, como si de una herencia familiar se tratara, han aprendido a realizar con paciencia y constancia durante generaciones.

 
En la actualidad, la promoción de esta labor totalmente artesanal se debe a la posibilidad de utilizar el enrejado en otras aplicaciones como bolsos, vestidos, pañoletas, bufandas, colchas, cortinas, etc., lo que nos da una idea de la gran variedad de usos que posee esta artesanía.